jueves, 29 de marzo de 2007

Implantación de un marcapasos en un paciente de 82 años de edad

Una mayor calidad de vida afecta a la persona en todos los ámbitos de su vida y su salud

Me trajo su familia, un paciente de 82 años de edad afecto de cansancio. Lo tenía desde hacía unos 4 años, no había tenido mareos ni pérdidas de conocimiento.

Al explorarlo descubrí que su frecuencia cardíaca se movía entre los 40 y 50 latidos por minuto.
Expliqué al paciente y a sus hijos, que esta frecuencia era muy baja para una persona de su edad, no era peligrosa en el sentido de perder la vida, pero si que deterioraba en mucho su calidad de vida y era en gran parte, el origen de su cansancio.
La solución era un marcapasos que hiciera contraerse al corazón, a la frecuencia que su organismo necesitaba. Les expliqué que el corazón es como la bomba de gasolina de un coche. Si bombea poca gasolina el motor va bien mientras está al ralentí, pero si se intenta acelerar se cala. El cuerpo si recibe poca sangre del corazón, se encuentra bien mientras está en reposo, si anda se cansa y tiene que parar.
Aceptaron la implantación que transcurrió sin complicaciones. En la primera visita de control del marcapasos, me llamó la atención el buen humor del paciente y de sus hijos.

Yo - Veo que va bien, ¿se cansa menos?

Hijos - Si doctor, se cansa mucho menos pero esto no es lo más importante. Lo más importante ha sido su cambio de carácter.

Yo - Está más alegre.

Hijos - Nuestro padre siempre fue un hombre muy activo, era viajante de profesión. Cuando empezó a cansarse le cambió el humor. En estos últimos años se cansaba tanto que no salía de casa y su único entretenimiento era ver la televisión. Nuestros hijos son pequeños y al jugar pasaban delante de su sillón y no le dejaban ver la televisión. Él con su bastón les golpeaba para que se apartaran de tal modo que siempre quedaba un vacío entre ellos equivalente a la longitud de su bastón.
Desde que le ha puesto el marcapasos y no se cansa como antes, sale a pasear, se lleva a los niños y ¡ hasta les compra cosas !. Ahora los niños ya no solamente no se mantienen a distancia, se sientan en su regazo.